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Arquitectos: Hetedik Müterem
- Área: 15040 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Balázs Danyi
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Proveedores: Semmelrock, mmcite
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Barrio del Castillo de Sopron es un bulevar de 40-60 metros de ancho, que se formó en la falda exterior del foso que discurría a lo largo de las murallas que rodeaban el antiguo núcleo histórico de la ciudad, en la llamada ladera glacis. En consecuencia, desde la dirección de las murallas del castillo aparece la hilera de casas, en su mayoría de estilo rococó y Luis XVI construidas en los siglos XVIII-XIX, con alternancia en la altura de los edificios, desarrolladas típicamente en parcelas estrechas. La única excepción es un punto en el que la fachada está interrumpida por daños de guerra y parte de la muralla del castillo se revela como elemento visual. La hilera exterior de casas está formada por edificios anteriores, en parte medievales, con divisiones de parcelas más amplias, lo que da lugar a casas patio que están conectadas con el distrito del castillo mediante pasadizos. Hace mucho tiempo – después del desarrollo de las fachadas circundantes – la función de mercado estuvo presente en esta zona de importancia histórica: dio lugar a mercados de ganado o en algunas partes de ella se celebraban mercados de heno a mediados del siglo XIX. En el siglo XIX, el Barrio del Castillo era más una zona contigua, ligeramente inclinada hacia el exterior, que un bulevar, aunque también pasaba por él una línea de tranvía.
Las condiciones que prevalecían antes del proceso de diseño de la renovación del Barrio del Castillo se formaron durante la segunda mitad del siglo XX. En aquella época se desarrolló un sistema de tráfico basado en los planos de Pál Boronkai con muros de contención, vías de tráfico articuladas y separadas (vía de servicio). Este estado dominado por el tráfico restringía al mínimo el tránsito peatonal y, al mismo tiempo, separaba longitudinalmente el espacio antaño contiguo. Las intersecciones, las vías de servicio, los autos que pasaban y buscaban estacionamiento restringían el tráfico peatonal a un estrecho estipe a lo largo de las paredes. Antes de la reconversión, en realidad todo el barrio del Castillo era un estacionamiento contiguo. La generosidad de la amplísima plaza pública, la gran plaza contigua digna de una ciudad, se sobreedificó y sobrearticuló: la zona se llenó de muros de contención, caminos y setos que bloqueaban la vista. El tradicional predominio funcional de la hostelería y el comercio en las plantas bajas de las casas del barrio del Castillo no fue acompañado de las correspondientes conexiones con el espacio público (por ejemplo, terrazas de café, zonas de restauración al aire libre). Los elementos arquitectónicos (edificios históricos) del espacio público se encontraban en mal estado estético y técnico, y la zona carecía de una imagen única e integrada que hubiera podido dotar de identidad al Barrio del Castillo. El lugar situado entre la estatua de la Virgen María y la Fuente de la Lealtad (=Hűség kútja) es uno de los espacios públicos más importantes de Sopron. Sin embargo, fue injustamente fragmentado y dividido por muros de contención y escaleras.
En otoño de 2009, el ayuntamiento de Sopron convocó un concurso nacional, secreto y abierto de arquitectura con el título "Sopron – Revitalización del barrio del castillo". El concurso fue ganado por Hetedik Műterem Kft. en colaboración con su socio paisajista GEUM Műterem Kft. A lo largo de varios años de trabajo de diseño, en 2015 se completó la primera y más espectacular fase de la renovación del espacio público, una gran superficie de aproximadamente 15 mil metros cuadrados.
La belleza del Barrio del Castillo reside en su carácter creado por las secciones transversales en continuo cambio y las relaciones espaciales que varían constantemente a lo largo de casi medio kilómetro; y por la característica de que todo esto pertenece a Várkörút (Bulevar del Castillo), a su dinamismo y generosidad. Esta dualidad, es decir, la dicotomía del dinamismo longitudinal y la diversidad transversal, es el mayor valor que queríamos reforzar en nuestro plan. El concepto clave era que al situarse en cualquier punto del Barrio del Castillo uno debe saber y sentir que se encuentra en esta misma parte de la zona. Sin embargo, también era necesario un planteamiento moderado, ya que las fachadas del desarrollo histórico a lo largo de las curvas interiores y exteriores son elementos determinantes del diseño urbano, por lo que no es necesario competir con ellas por el predominio.
Tras la reconstrucción completa de los servicios públicos, se instaló nuevo alumbrado público y se formaron nuevas superficies dominadas por los peatones de acuerdo con el renovado sistema de tráfico. Debido al entorno histórico y al estado anterior, nuestro principal objetivo era crear un pavimento de aspecto uniforme (color) con una pendiente uniforme hacia el arco exterior, proporcionando un efecto noble con su uso del material. Por eso elegimos ladrillos clinker de color oscuro y franjas de granito que garantizan la unidad de la estructura espacial. El grafismo de estas últimas, como las líneas de una partitura, pretendía ordenar los distintos elementos de la arquitectura del espacio público sin perturbar la sensación de integridad. Debido a la densidad de la red de servicios públicos, el paisajismo y la plantación exigieron gran cuidado. Mientras que en la zona central se plantaron árboles altos con follaje perforado, junto a los edificios se colocaron especies arbóreas con copas más pequeñas – en parte para garantizar una vista dominante de las fachadas históricas y, por otro lado, debido a los diferentes requisitos funcionales de las zonas peatonales.
En el centro de gravedad de la zona se construyó un pabellón que alberga las salas de servicio y los aseos necesarios. El edificio presenta superficies de hormigón fino con textura de encofrado de tablas, celosías prefabricadas de hormigón armado y fachadas con paneles de madera, evocando sutilmente la materialidad de las excelentes obras de reconstrucción monumental realizadas en la segunda mitad del siglo XX en Sopron.
Se ha completado la primera y mayor fase del Distrito del Castillo, y ahora indica la dirección que seguirán las remodelaciones de las zonas que rodean el núcleo de la ciudad. La revitalización de las plazas públicas del centro de la ciudad, ya iniciada, se completará con la renovación de dos grandes zonas conectadas, Kisvárkerület (Distrito del Castillo Pequeño) y Széchenyi tér.